Te conocí una fría mañana de invierno. Apareciste en mi vida, sin previo aviso, y desde entonces, todo está patas arriba.
He pasado por diferentes estados de ánimo: desde la más grande indiferencia, al odio, pero al final has conseguido que tenga hacia ti, un sentimiento de amor.
El culpable se llama: Google Analytics.
Cuanto más te conocía, Google analytics, con ese aire de superioridad, esas estadísticas, esos informes , …. más quería saber de ti, y aprendí a quererte.
Reconozco que no fue una amor a primer vista, no. Me volviste loca, con tus visitantes exclusivos, tus nuevos visitantes y tus recurrentes.
Pero lo peor fue, tu porcentaje de rebote, cuando aparecían muy altos, mis manos me sudaban, mi garganta se secaba… mi corazón latía con mucha intensidad. Y me preguntaba ¿Por qué?
A veces no entendía su comportamiento: Not provided. Nooooo pero porque no me lo dice claramente. ¡Explícate!, sé más claro en tus palabras clave.
Pero reconozco que pese a tus defectos, te quiero Google analytics.
Deja una respuesta